No pienso terminar el libro por ti.
Serás la última persona que me atormente antes de cerrar los ojos y caer, eres un demonio más añadido a la lista, y sois unos cabrones, no cabéis bajo mi cama, y ya no me puedo permitir comprarme una más grande. Acucias mis pesadillas durmiendo a mi lado, un recuerdo. Y tus ojos, burlones, vacíos de sentimientos, tan arrogantes antes de volarte la cabeza. ¿Cómo te atreves a dejarme a solas en este mundo de locos? Decidiste volverte uno de ellos y dejarme con cordura. Es un tormento verte caminar con un traje de Armani, con los ojos burlones, vacíos y arrogantes, por las calles de la ciudad de los rostros sin alma. Unido a la compañía del Carnaval de las sonrisas que arrastran la sombra de la mentira.
Me vuelve a faltar algo tangible a lo que ceñirme, me falta sentarme sobre la cama y escuchar viejos vinilos, me falta el desayuno a medianoche, me sobran los cigarros, la sangre, y la vida entre otras cosas.